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28.10.14

Centro de Regeneración del Valle de Laciana


_Título:  CENTRO DE REGENERACIÓN DEL VALLE DE LACIANA
_Autor:  Ángel Ramos Mombiedro
_Tutor: María José Aranguren + Rafael Torrelo
_Fecha: Abril 2014
_Escuela: ETSAM 
_Sección: rehabilitación, paisaje, infraestructura













Durante los dos últimos siglos fueron explotadas las cuencas mineras del norte de León y de Asturias. El impacto de la minería en esta región afectó su entorno, a la identidad de las comunidades locales y a sus habitantes. En los últimos años, la legislación europea ha ido recortando las ayudas, hasta el punto de anunciar que, a partir de 2014, se suspenderán las ayudas a la industria del carbón.
En este escenario, la población de la región se plantea la oportunidad de cambiar su futuro, ajeno ahora a sus recursos minerales, y centrándose en la recuperación y conservación de su flora y fauna, con el fin de crear una nueva economía basada en la sostenibilidad y el turismo ecológico. El área de acción en concreto está situada en el valle de Laciana, considerado reserva de la biosfera gracias a sus hayedos en los que viven especies protegidas como el oso pardo y el urogallo. Es la ocasión de sacar partido de su pujante patrimonio natural, considerando la obsoleta industria minera como un testigo histórico del pasado de la región.

El proyecto consiste en la transformación de un lavadero de carbón, aprovechando su valor icónico representativo del pasado minero, en un centro de recuperación del paisaje. El centro promueve todas las iniciativas para conservar y regenerar el degradado paisaje y, al mismo tiempo, construir un lugar donde los habitantes, necesitados de una reforma ocupacional, puedan formarse en los nuevos oficios relacionados con la conservación del medio ambiente.
La transformación consiste en conservar el funcionamiento cíclico de la gran infraestructura que es el lavadero de carbón como una gran máquina, conservando y poniendo en valor la gran estructura industrial. La estructura existente del edificio principal sostiene una nube de plataformas de modulo constante interconectadas, dejando libre la planta baja para uso recreativo y logística. Por el carácter temporal de su programa como centro desde el que se impulsen acciones destinadas a la reocupación de la población y recuperación del paisaje, la intervención no consiste tanto en la inserción de un un programa definido, sino en la reconversión de un espacio industrial en un contenedor adaptado a la escala humana, versátil y reprogramable, capacitado para adaptarse a necesidades futuras.

Contexto histórico

 La propuesta se sitúa en el término municipal de Villablino, capital del valle minero de Laciana, en León; entre las comarcas de Babia, Omaña, El Bierzo y el Principado de Asturias. Es importante conocer algunos aspectos de la historia reciente de la zona para justificar la razón de ser de la intervención.


Ya desde finales del siglo XIX comenzaron a aparecer en la comarca diferentes minas de carbón privadas, pero no fue hasta 1918, con la aparición de la empresa Minero Siderúrgica Ponferrada, cuando la minería comenzó a cambiar los usos y costumbres de los lacaniegos, pasando progresivamente de ser una sociedad agro-ganadera a obrero-minera. La llegada del tren, para mercancías y pasajeros, comunica el valle con el exterior; se consolida una burguesía dedicada al comercio y una populosa clase trabajadora. El munipio de Villablino pasa de tener cinco mil habitantes en 1920 a 15 mil en 1960, cifra que se mantiene estable hasta el año 2000, cuando comienza un acusado descenso de la población, que continúa, con menos de 10 mil personas censadas en el municipio.  Este acusado descenso es provocado por los sucesivos planes de jubilaciones anticipadas, que se aplicaron en las compañías carboneras de la zona, el aumento del desempleo y el cierre de comercio dependientes de la minería.


En el año 2010, el anuncio de que serán canceladas las ayudas al carbón de la Unión Europea a partir de 2014, supone un punto de inflexión en el sector, cayendo este en una grave y aparentemente irreversible crisis.


Llegado el año 2014, continúa la incertidumbre entre los lacaniegos: unos solicitan la prórroga de las ayudas más allá de 2014, iniciando en febrero la conocida como segunda "marcha negra"; otros reclaman el cierre de una etapa en el valle, cerrando las minas y favoreciendo el turismo, aprovechando el potencial de una comarca que, en 2005, fue declarada reserva de la Biosfera por la Unesco, reconocimiento avalado por las poblaciones de osos pardos y urogallos que habitan sus bosques.


Planteamiento de la estrategia de intervención

 El proyecto pretende atajar el problema, abarcándolo en su conjunto. Se propone iniciar, cuanto antes, el programa de regeneración del valle de Laciana. Esta regeneración pretende abarcar la cuestión social, en el que la población se ve obligada a realizar un cambio de base; y la cuestión medioambiental: un rico patrimonio natural que ha sido menospreciado y degradado durante más de un siglo, que se convierte de repente en un bien determinante para el futuro de la comarca.


Se propone el actual lavadero de carbón, que actualmente está siendo desmantelado, como sede y objeto de ensayo de dicha regeneración.


. El lavadero de carbón, epicentro de la regeneración


El lavadero de carbón de Villablino fue construido a mediados de los años ochenta por la empresa Coto Minero Cantábrico, antigua Minero Siderúrgica Ponferrada, en la época en la que era la mayor empresa minera de Europa. Se encuentra a las afueras del término municipal, sobre las vías del tren, junto al cauce del río Sil. El complejo, con una superficie de algo más de 5 Ha, está vallado con acceso restringido y bloquea el acceso a la ribera del río desde el casco urbano. Al lavadero llegan camiones y vagones desde las minas, se criba y el carbón carbón a lo largo de su recorrido hasta llegar a la nave de mayor tamaño, donde es lavado. Se emplea el agua de lluvia recogida en el deposito una vez usada se limpia por decantación en el tanque espesador. El carbón se acumulada en la explanada contigua al edificio, mientras que la tierra que fue extraída junto al carbón es depositada ladera arriba, donde antes había bosque.


Situado a los pies de imponentes montañas, en una cota inferior a la del casco urbano, es difícil determinar la escala de los edificios que forman el lavadero. La arquitectura la conforman altas naves de unos treinta metros de altura, distinguiéndose desde el casco urbano tres naves menores y una mayor, comunicadas entre sí por una serie de pasarelas inclinadas mecanizadas.


De virus destructor a motor regenerador.
  
. Los inicios. Implantación.


El lavadero de carbón, testigo del auge y crisis de la industria minera, se erige como símbolo de una época. Su inminente cierre supone una oportunidad para dotar un nuevo significado al complejo minero, aprovechando su potente figura como epicentro y campo de ensayo de la regeneración del valle.


Se suprimen barreras. Las vías de tren abandonadas pasan a integrase en el programa de Vías Verdes de España, consistente en convertir en senderos las vías de tren españolas abandonadas. En el terreno se comienza descompactando el suelo contaminado tras décadas aprisionado bajo el carbón; se nivela el terreno y se abren nuevos caminos que descienden hasta la ribera del Sil desde el casco urbano. Se trabaja el terreno para recuperar el sustrato; se plantan especies colonizadores fijadoras de nitrógeno, leguminosas que atraen al ganado bovino de la zona, en una relación simbiótica, donde unos se alimentan y el otro se abona.


En la ladera de la montaña, donde se acumulan los escombros que salieron del lavadero durante décadas conducidos hasta la cima a través de una pasarela mecánica, se abona el terreno, se hacen taludes para evitar desprendimientos y se aprovecha para abrir un camino que descienda serpenteante hacia el río.


Estas iniciativas son promocionadas desde el CRVL (Centro de Regeneración del Valle de Laciana), con sede en la nave principal de lo que fue el lavadero de carbón, convertida en un espacio público abierto a los lacianegos. La rehabilitación consiste en una nube de plataformas colgada de la parte superior de la potente estructura existente. Sobre esas plataformas se habilita el programa correspondiente, definido por la disposición del mobiliario,  permitiendo la constante reprogramación del espacio a medida que avanza el proceso de regeneración. Un espacio contenido en el interior  de una batería de pórticos de setenta metros de fondo, treinta de ancho y treinta de alto; recubierto por una doble piel transparente que lo convierte en un gran invernadero. Las plataformas están comunicadas mediante escaleras ligeras, comunicadas en diferentes circuitos ascendentes. Estas escaleras atan y estabilizan el conjunto, anclado al suelo en el exterior en forma de tres núcleos cilíndricos. En esos núcleos de nueva construcción, se disponen las comunicaciones verticales, los servicios y las instalaciones.


Se mantiene el uso de las infraestructuras existentes: el agua recogida en el depósito sirve a los usos del Centro, es tratada en el antiguo tanque espesador y es reutilizada en los jardines y viveros, a los que se accede a través de las pasarelas existentes rehabilitadas. Al atardecer comienza a encenderse el envés de cada una de las plataformas, brillando gracias a la energía de los paneles fotovoltáicos translúcidos de la cubierta, almacenados en baterías de nitrógeno. El tiempo y la intensidad con la que lucen las plataformas es proporcional a la energía que ha sido acumulada por los paneles. Lo mismo ocurre con las luces de las pasarelas mecánicas: la envolvente de paneles fotovoltaicos, ubicados en los planos con mejor orientación, proporciona la energía necesaria para que las pasarelas mecánicas se pongan en funcionamiento - sólo cuando son utilizadas -, empleando la energía sobrante para iluminación.


La actuación sobre las otras tres naves del complejo del lavadero de carbón es menor. Se retira la envolvente de las tres piezas, dejando el esqueleto estructural al descubierto. Sobre esa estructura, sobredimensionada para su nuevo uso, se apoyan forjados ligeros comunicados entre sí y se envuelve la crujía de la cabecera de cada nave con paneles de policarbonato iguales a los empleados en la envolvente de la nave principal. El resto de crujías se protege convenientemente de los vientos dominantes del norte con textiles manipulados por los trabajadores. Se mantiene la intercomunicación entre las naves a través de pasarelas mecánicas que son rehabilitadas para el uso de transporte de mercancía y de personas.
  

En estas naves se disponen los viveros donde se cultivan las especies que más tarde serán transplantadas al terreno. Se aprovecha la disposición vertical de los forjados para acumular el excedente de agua en tanques en la parte inferior para luego hacer recircular ese agua. Inicialmente, los viveros funcionarán como laboratorios de ensayo y centro formativo, abriéndose progresivamente con fines comerciales, tendiendo hacia la autofinanciación. En la antigua nave de silos de carbón bruto se habilita  el vivero de especies de reforestación, que servirán para reforestar las escombreras del valle. Especies autóctonas colonizadoras resistentes al pH ácido: Betula celtiberica (abedul), salix atrocinerea (sauce ceniciento), ulex gall (tojo) y genista florida. Con el tiempo se incorporarían otras especies autóctonas de hayedos, abedules y robles. En la antigua nave de silos de carbón térmico se instala el vivero de especies frutales resistentes al clima de la zona, que servirán para ser plantados en terrenos contaminados una vez recuperado el sustrato.  Entre las especies frutícolas se encuentran el avellano, arándano, membrillero, manzano, cerezo, acerolo, ciruelo, endrina, grosella, nogal, melocotenero o el peral. En la antigua nave de silos de carbón doméstico, la de menor tamaño,  se habilita el vivero de especies decorativas, que servirá a parques y jardines en el valle.


. La consolidación ​ del sistema

 Transcurridos unos seis años desde la iniciación del proceso de regeneración, comienza a consolidarse el funcionamiento del sistema.  En la comarca conviven tres generaciones ​predominantes ​de población: los jubilados y prejubilados que años atrás se dedicaron a la minería; l​a población activa​ nacid​a​ en los años ochenta y noventa ​​, criada en una sociedad enfocada a la minería que al llegar a la edad de trabajar se encontró con el desmantelamiento de la industria; y por último están los hijos de estos, nuevas generaciones, nacidos en época de transición, que sólo conocen las cicatrices de la minería. Los primeros, relativamente jóvenes para no pertenecer a la población activa, tienen mucho tiempo libre y recursos económicos, cayendo a menudo en depresiones y adicciones. Los segundos, con acceso económico a la educación superior, optaron por quedarse en la comarca en vistas a trabajar en el sector minero y a los pocos años quebró. El sector más joven es consciente del pasado minero, pero debe abrir nuevos caminos a las generaciones futuras.


El CRVL pretende dar una respuesta a las diferentes cuestiones. En el aspecto laboral, la creación del Centro ha supuesto la creación de decenas de puestos de trabajo desde su construcción. Se genera empleo en  el funcionamiento de los viveros, tanto en su mantenimiento como en la venta a particulares. Los viveros son además campo de ensayo y base de la formación profesional enfocada a crear empleo en el área de la conservación medioambiental. La venta al público se realiza en la planta de acceso de la nave principal, epicentro del complejo, que funciona como plaza cubierta para los lacianegos.


Los niveles superiores se han programado para albergar un centro de investigación, desarrollo y formación en el área medioambiental, habilitando las plataformas del nivel 4 ​, más recogidas con altura una libre menor,​​ para aulas; las del nivel 5, de mayores dimensiones,  para talleres de trabajo en grupo y las plataformas del sexto nivel para laboratorios. Es necesario habilitar algunas de las plataformas como oficinas para la gestión del Centro. Las plataformas se encuentra comunicadas una a una, por lo que es fácil definir circuitos ascendentes cerrados dedicado al desarrollo de un mismo programa. Las plataformas de mayor tamaño  son de libre circulación, en los niveles 1, 3, y 7, ​habilitando ​un centro de documentación, un centro de recepción espacios de esparcimiento. El Centro se completa con el área de logística y área destinada a los trabajadores.


Con el transcurrir de los años se consolida la comarca como centro de turismo natural. Los bosques, en campañas lanzadas desde el CRVL, recuperan su esplendor perdido durante décadas y las poblaciones de osos pardos y urogallos dejan de estar amenazadas, pasando a convertirse en especies apreciadas, patrimonio emblemático de la comarca. Las últimas heridas del paisaje en curarse son las grandes minas a cielo descubierto, que son cubiertas y reforestadas, dejando de ser barreras físicas para muchos animales del valle y recuperando los ecosistemas. Sólo algunas de las minas a cielo descubierto se dejan intactas, permaneciendo, al igual que la estructura del lavadero, como recuerdos del pasado minero.

  
. Contenedor perenne

 En unos cuarenta años se habrá culminado la recuperación paisajística y la reprogramación de la actividad productiva en el valle de Laciana. La intervención ha conseguido crear un sistema, convirtiendo lo que un día fue un lavadero de carbón en un organismo vivo y autosostenible, capaz de soportar una nueva programación, en respuesta a las necesidades que surjan en el futuro.

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