_Título: DOTACIÓN PÚBLICA Y CENTRO DE SECUNDARIA + BACHILLERATO INTEGRADO EN MADRID RÍO. NUEVOS ESPACIOS PARA LA EDUCACIÓN
_Autor: Inma Lerga
_Tutor: : Nicolás Maruri (Aula ARKRITPFC)
_Fecha: Abril 2015
_Escuela: ETSAM
_Sección: : educativo
_Vídeo: Nuevos espacios para la Educación
_Vídeo: Nuevos espacios para la Educación
El espacio urbano de Madrid ofrece un
amplio abanico de espacios educativos consolidados que abarcan una gama de
opciones para el aprendizaje relativamente dilatada en oferta pero escasa en
accesibilidad, ya sea por su ubicación o por su condición privada.
El proyecto se sitúa en el entorno de
Madrid Río, próximo al puente de Segovia. En un radio de 1km entorno al solar
elegido encontramos un principalmente colegios de educación infantil y
primaria, siendo la educación secundaria y el bachillerato restringidos al
sector educativo privado-religioso. Se percibe así una falta de accesibilidad a
los niveles superiores de la educación en el entorno cercano del barrio.
Además, en la ciudad de Madrid se detecta una carencia y deslocalización de
centros que permitan secundaria y bachillerato que integren las artes
plásticas, musicales y escénicas dentro del marco educativo habitual.
La intención es crear un nuevo centro
de atracción que rompa con la trama existente para generar una nueva tipología
de situación urbana. En una ciudad como Madrid que crea edificios con un
propósito único y específico, el centro creado es una dotación pública de la que
se benefician los programas ya existentes en el barrio y que genera nuevos
programas complementarios para el área urbana. Ante un contexto urbano dominado
por taludes paralelipipédicos a modo de bloques de vivienda, se propone una
forma de salvar el desnivel mediante una forma dinámica y un recorrido que
rompe la estructura lineal preexistente.
En el diagrama de
circulaciones entre espacios pertenecientes a nuestro centro y la ciudad se
hace una división en dos partes que responde al uso temporal de la dotación. En
el caso de algunos espacios, su tiempo es limitado a las horas lectivas, en
otros casos se produce una prolongación en el tiempo del uso que permite una
actividad más pública de cara al entorno urbano del barrio.
El centro,
público, responde a un estándar urbano que procura la integración de estratos
sociales y las distintas etapas de la educación mediante la cohabitación
intergeneracional (refiriéndose a ésta no como a la relación niños-ancianos
sino entre las distintas edades de los estudiantes). Con la eliminación de
vallas, muros altos y otros elementos que separen radicalmente a la escuela de
la ciudad, el centro se abre, integrando así a las familias, el barrio, el
entorno...
En las relaciones
entre lugares dentro del centro, los espacios intersticiales surgen para
favorecer los grupos variados y variables; se crean rincones que vivifican los
espacios intermedios para que sean ocupados y ocupables. El centro evita el
modelo reciente que consiste en una ordenación de espacios en la forma más económica
y compacta posible, con clases cerradas que reducen la educación al ámbito del
aula, cerrando la visión de conocimiento y aislando asignaturas, y con accesos
y comunicaciones como exclusivo espacio de paso y movimiento controlado. El
centro hace protagonista a los espacios de relación y comunicación, transforma
pasillos en calles, plazas, aulas. El aprendizaje estará también en la ciudad y
los contextos, en las relaciones sociales entre alumnos y vecinos.
La intervención se compone de tres
elementos definitorios que articulan la propuesta: el aulario, la plaza y el
patio. El aulario es el elemento que
recoge la esencia formal del proyecto, la significación en planta a nivel de
trama urbana. El programa que recoge son aulas, genéricas y específicas, que un
centro de secundaria y bachillerato necesitan. Estas se liberan en un recorrido
continuo a lo largo de la rampa, que se pliega y se desdobla para acoger
riqueza espacial suficiente para adoptar diversos programas cambiantes. Las
aulas se concatenan, elaborando un recorrido acompañado de una topografía que
permite al alumno transitar entre distintas disciplinas o materias, en búsqueda
del conocimiento. La forma surge de un anillo regular de 8,5m de espesor al que
se aplica un perímetro irregular de cara a la ciudad que comprime y amplía éste
espacio básico; hacia el interior es una curva regulada y constante la que
genera la continuidad del patio. El aulario flota ligero sobre la plaza que absorbe el espacio urbano a
cota +9.00m. La ciudad entra a través de ligeras pasarelas a una plaza-bandeja
de hormigón que alberga el programa al aire libre. El barrio vierte programas
sobre esta plaza y se alimenta de nuevos programas creados. La bandeja supone
una topografía con distintos pavimentos para diferenciar zonas programáticas.
Cabe destacar ese espacio bajo cubierto que se tensiona con la presencia del
aulario caprichosamente irregular sobre nuestras cabezas. Comunicaciones y
recorridos se observan sobresalientes en la topografía, siempre girando entorno
a esas lineas de tensión generadas. El patio
es ese espacio semisoterrado que nos permite salvar el desnivel a la vez que
acoger ese programa que por características funcionales necesita de mayor
altura y flexibilidad. Es un lugar que se acerca, acaricia, el talud crudo. Es
un lugar que es transición entre el exterior y el interior, entre Madrid Río y
ese patio oval entorno al que gira el proyecto. No se aclimata como un aula, es
más bien un espacio a medio camino. Es un tránsito constante, uniendo distintos
nodos de acceso y recogida de nuevos co-habitantes, entorno a tres grandes
formas que alojan el programa básico, que luego se extiende a esos lugares y
rincones surgidos de las tensiones entre elementos.
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